Habiendo llegado a un lugar del que no puede regresar, Subaru se da cuenta de cuánto se le ha dado y lo poco que puede hacer para devolverlo. Después de recordar lo que debe hacer, se despide de Kenichi y Nahoko y se dirige a la escuela. Reforzando su determinación, Subaru abre la puerta del salón de clases, donde es recibido por Echidna con un uniforme escolar. Cuando Echidna dice que llegó mucho antes de lo que esperaba, Subaru responde que se ve bien con el uniforme.